Según el director González Iñárritu esta fue su última colaboración con el guionista Guillermo Arriaga, en lo que el llama el cierre de un trilogía, por lo que Babel fue la última entrega, de este conjunto tan prolífico y profesional.
Todo empieza a girar con un disparo, emitido por un niño jugando con un rifle en el desierto de Marruecos que desencadenará una serie de hechos aparentemente fortuitos que conectarán a una pareja de norteamericanos que entrarán en una lucha por sobrevivir y trascender terribles circunstancias.
Por otra parte, nos encontramos con la niñera de origen mexicano que cuida a los niños de la pareja, que cruzará ilegalmente la frontera junto a los infantes y a una adolescente japonesa sordo-muda y rebelde cuyo padre es investigado por la policía.
A pesar de las culturas distintas que los separan así como las distancias geográficas, este grupo de seres comparten un hado de aislamiento y dolor que los lleva a sentirse perdidos: en el desierto, dentro de sí mismos, dentro del mundo que los rodea para lentamente sumergirse en el abismo de la confusión y el miedo, mientras navegan las profundidades de las relaciones.
Si bien como en las películas anteriores de este director, hay varias historias, en esta ocasión ocurren en tres continentes diferentes y es multilingüe, por lo que fue un reto rodarla, logrando tanta precisión en la recreación de los distintos ambientes.
El realizador sale airoso en el sentido estético aplicado a cada cultura, con el inteligente uso del color y los movimientos de cámara logran hacernos sentir el caluroso desierto marroquí con la misma veracidad que la urbe japonesa.
Como en sus anteriores films revela una pericia técnica sobresaliente en el uso de efectos de cámara y los visuales recursos narrativos. Logra además, incluir al espectador en el mundo emocional de los personajes, con impactantes primeros planos y una edición precisa en un desarrollo no lineal.
Con un sólido reparto el film se apoya en excelentes actuaciones. Estamos sin duda frente a una gran obra que desborda creatividad e ingenio. Puede pensarse que el guión y el montaje, critica que han hecho muchos, responden a una forma artificial que solo busca el exceso de drama. Sin embargo su estructura es una opción válida para llegar a lo más hondo de los personajes, cometido que se logra gracias a los recursos usados por el director como la cámara en mano, composiciones tipo descuidadas, aceleramiento de la imagen y un excelente manejo del sonido que juega magistralmente, con los silencios y la banda sonora.
Vale destacar el maravilloso trabajo de Gustavo Santaolalla en la música de la cinta. Toda esta conjugación de elementos: el inteligente y sólido guión de Arriaga, la dirección eficaz y sobresaliente Iñárritu., las maravillosas actuaciones y en suma el gran trabajo de todo el equipo detrás de cámara, dan a luz un brillante film que se nos mete en la piel a través del sufrimiento existencial de sus personajes en un época contradictoria, seres enfrentados al miedo, el vacío, la soledad, la inadecuación y otros sentimientos inherentes a la vida contemporánea.
Seres que se que nos quedan en la memoria y que nos hacen reflexionar sobre el dilema de la existencia en un mundo globalizado, pero plagado de sectarismos y separación.En suma se trata de un film profundo que además resalta por su impecable factura.
Babel es en suma un film que plasma el mundo polarizado en el que vivimos, reflexión que se hace a través del acercamiento a distintos dramas existenciales. Definitivamente un tema interesante pero es la forma en que está contada y filmada lo que hace que esas diversas historias nos lleguen adentro, en un laberinto como la Torre de Babel.
Se trata de cine de autor, con un sello claramente definido. Para algunos es una formula repetida, para mi es un vehículo adecuado, una forma para contar distintos contenidos y considero que cada uno de sus films podrán parecerse en su estructura pero son por separado obras que valen por sí mismas.
TRAILER
CLIP DE LA PELÍCULA
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