REVISANDO EL CINE DE PAUL THOMAS ANDERSON: THERE WILL BE BLOOD - Fernanda Bargach-Mitre





Paul Thomas Anderson es un director y guionista brillante que plantea historias de fascinante complejidad. A nivel estético es amante de los travellings largos, en Booggie Nights ( 1997)  hay una escena inicial que dura 3 minutos sin un solo corte,

 Sus films exudan calidad y reflexión sobre la condición humana como pudimos ver en las magníficas “Magnolia” (1999) ,  Embriagado de Amor (Punch Drunk Love/2002) y la reciente The Master (2012), una obra increíble.

“There will be blood “está ambientada en el boom del petróleo en la frontera de California a principios del siglo XX, la historia relata el éxito de Daniel Plainview ( Daniel Day -Lewis), que pasa de ser un minero extremadamente pobre que cría a su hijo sin ninguna ayuda a convertirse en un magnate del petróleo hecho a sí mismo.



Gracias a un misterioso dato, Plainview descubre la existencia de un mar de petróleo bajo la tierra de un pequeño pueblo del oeste, y se lleva a su hijo, H.W., a probar suerte en el polvoriento Little Boston. Y es este pueblo perdido, en el que la única diversión gira en torno a la Iglesia Pentecostalista del carismático pastor Eli Sunday, donde Plainview y H.W. van a dar el golpe de sus vidas. Pero a medida que el petróleo les va haciendo cada vez más ricos, los conflictos van apareciendo: la corrupción, la mentira y las enormes cantidades de petróleo pondrán en serio peligro valores humanos como el amor, la esperanza, la solidaridad, la confianza, la ambición e incluso el vínculo entre padre e hijo. 



En su primera mitad la película es completamente atrapante, posee un ritmo pausado pero logra enganchar completamente la atención, en su segunda mitad lastimosamente se pone algo lenta y tediosa y podemos afirmar que sobran incontables minutos de metraje. 

Sin embargo, como obra integral exuda calidad y plantea con crudeza el tema del surgimiento petrolero y como la ambición desmedida puede torcer las relaciones más íntimas y la moral pasa a un segundo plano. 



Para retratar esta historia nadie mejor que el intenso Daniel Day-Lewis ganador del Globo de Oro y del Oscar, que da vida con maestría al imparable Daniel Plainview, con una profundidad tal que logra traspasar la pantalla. 

Se trata de una historia densa y oscura, como el petróleo que logra pintarnos no solo el contexto del surgimiento petrolero sino una historia íntima, donde la codicia, la humillación, la venganza y el odio son protagonistas. 

Vale destacar una fotografía excelente, que acompaña la profundidad del relato con marcados claroscuros y una atmósfera turbia, de oscuros fotogramas, que aumentan la tensión narrativa. De hecho el film se llevó el Oscar a la Mejor Fotografía a cargo de Robert Elswit . 



Es en suma una buena película, que retrata la crudeza del capitalismo, y como este puede deformar a los hombres en base a la desmedida ambición. Todo esto se retrata a través de la historia del surgimiento del boom petrolero, siendo un film que con un marco histórico nos muestra una realidad cruda en base a la deformación moral de sus protagonistas. 

FICHA TÉCNICA DE THERE WILL BE BLOOD:

Dirección: Paul Thomas Anderson.
País: USA.
Año: 2007.
Duración: 158 min.
Género: Drama.
Interpretación: Daniel Day-Lewis (Daniel Plainview), Paul Dano (Paul Sunday/Eli Sunday), Kevin J. O'Connor (Henry), Ciarán Hinds (Fletcher), Dillon Freasier (H.W.), Randall Carver (Sr. Bankside), Coco Leigh (Sra. Bankside), Sydney McCallister (Mary Sunday), David Willis (Abel Sunday), Kellie Hill (Ruth Sunday).
Guión: Paul Thomas Anderson; adaptación libre de la novela "Petróleo" de Upton Sinclair.
Producción: Joanne Sellar, Paul Thomas Anderson y Daniel Lupi.
Música: Jonny Greenwood.
Fotografía: Robert Elswit.
Montaje: Dylan Tichenor.
Diseño de producción: Jack Fisk.
Vestuario: Mark Bridges.


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